Lección 2 - Escuela Sabática 2025: "Sorprendidos por la gracia" | Comentario y Reflexión


Textos ClavesJosué 2:1-21; Números 14:1-12; Hebreos 11:31; Éxodo 12:13; Josué 9; Nehemías 7:25


    La gracia de Dios tiene la capacidad de sorprendernos justo cuando menos la esperamos. En esta lección veremos cómo Él ofrece segundas oportunidades y a personas aparentemente “imposibles” para redención. Analizaremos cómo Dios actúa con misericordia aun cuando nuestras circunstancias parecen contrarias. La historia de Rahab y el pacto con los gabaonitas nos muestran dimensiones distintas de esa gracia “inesperada”.

1. Segunda oportunidad: reconocer el poder de Dios
Dios siempre ofrece nuevas oportunidades, aún cuando nosotros sentimos que hemos fracasado. Israel ya había sido dada la tierra prometida, pero en el pasado no pudo conquistarla por su incredulidad. Ahora, con Josué al frente, se le da una segunda oportunidad de entrar en Canaán.

Cuando Josué envía espías a Jericó, ellos se hospedan en la casa de Rahab, una mujer cananea que vivía en una ciudad condenada. Josué 2:1 relata ese envío.

En contraste, los israelitas en el desierto habían reaccionado con temor y murmura al informar los espías anteriores (véase Números 14:1-12). ¿Cuántas veces Dios nos da oportunidades adicionales?


2. Valor en lugares inesperados: Rahab y su fe
Rahab es figura central en este capítulo de la gracia sorprendente. A pesar de su estatus social, su pasado y su entorno pagano, ella reconoce que Dios es supremo: “porque Jehová vuestro Dios es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra” (Josué 2:11).

Hebreos 11:31 resalta que por fe Rahab no pereció, aun estando entre los incrédulos. Santiago 2:25 también la menciona como ejemplo de fe acompañada de acción (actuó protegiendo a los espías).

Pero no todo lo que hizo Rahab es aprobado explícitamente: su mentira para protegerlos no es elogiada por la Escritura como justo en sí. Más bien se subraya que Dios vio la chispa de fe en medio de su vida imperfecta.

¿Estamos dispuestos a ver valor espiritual en personas que no viven el “ideal” cristiano, reconociendo lo que Dios puede hacer en ellas?


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3. Nuevo pacto: misericordia, lealtad y señal de salvación
Rahab pide que el pacto que hacen los espías con ella incluya a su familia (Jos. 2:12-13). Ella desciende a los espías por una ventana, porque su casa estaba en el muro de la ciudad, y pide que la salven a ella y a su familia.

Este episodio evoca la pascua: así como la sangre en los dinteles protegía a los israelitas en Egipto, el “cordón escarlata” que Rahab debía colgar en su ventana sería señal de salvación.

El pacto implica lealtad y fidelidad. Rahab se compromete a no revelar la identidad de los espías. Los israelitas le responden que su vida responderá por la de ella.

Esto nos enseña que la gracia incluye responsabilidad: no es simplemente “hacer lo que quiero”, sino corresponder con fidelidad al pacto de misericordia.


4. Valores enfrentados: los gabaonitas y la alianza comprometida
Otra historia que la lección considera es la de los gabaonitas (Josué 9:1-20). Los gabaonitas usan engaño para concertar una alianza con Israel. Se disfrazan de viajantes de tierras lejanas con provisiones viejas y ropa remendada para dar una impresión falsa.

Cuando su engaño es descubierto, los israelitas ya habían jurado respetar el pacto, y no pueden romperlo sin perjudicar su testimonio. Josué los perdona pero los convierte en “leñadores y aguadores” para la congregación.

Aquí vemos la tensión entre justicia y gracia: el engaño no es pasado por alto, pero tampoco la misericordia. La gracia de Dios permite que incluso quienes no hayan actuado bien puedan recibir un lugar en el pacto, aunque con consecuencias.

5. Gracia sorprendente: más allá de expectativas
El capítulo de Josué 9 culmina con el otorgamiento de la vida a los gabaonitas, aunque con condiciones. Josué cumple el juramento hecho por los príncipes israelitas, aun cuando estaba consciente del engaño.

Este acto revela que la gracia actúa donde no la esperamos. Dios es justo para mantener el pacto, pero también misericordioso al permitir que quienes han errado puedan hallar su lugar, aunque sea con consecuencia justa.

Aquí se destaca que la gracia que Dios nos da es suficiente para vivir conforme a su voluntad, no para justificar el pecado, sino para capacitar la obediencia.

Nos invita a meditar en nuestro propio entendimiento de la gracia: ¿esperamos que Dios actúe de cierta forma y nos sorprendemos cuando Él va más allá? ¿Estamos abiertos a que Él preserve su justicia aún al ofrecer misericordia?


Conclusión
"Sorprendidos por la gracia” nos desafía a contemplar una gracia que rompe esquemas humanos. Gracias es lo que no merecemos; pero Dios se deleita en concederla. De Rahab podemos aprender que Dios puede transformar vidas que parecen irrecuperables. De los gabaonitas vemos que Él puede sostener su justicia sin renunciar a la misericordia.


Basta su gracia para resistir todas las pruebas, y aunque estas sean más duras que nunca, si tenemos absoluta confianza en Dios, podremos vencer todas las tentaciones y por su gracia salir victoriosos. Debemos llevar puesta la completa armadura de Dios, y estar listos en todo momento para sostener el conflicto con las potestades de las tinieblas (The Faith I Live By, p. 317; parcialamente en La fe por la cual vivo, 7 de noviembre, p. 319).

Aplicación a la vida
Que nunca perdamos la esperanza de que Dios puede obrar aunque nuestra historia parezca demasiado rota. Que seamos instrumentos de esa gracia con otros, pero con sabiduría: ofrecer oportunidades sin incentivar el abuso. Que al recibir la gracia, respondamos con fidelidad al pacto: vivir en obediencia y gratitud.



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